Floro en el ataúd en su fallecimiento a los 79 años, Elizabeth Piedrahita, Medellín, 1972. En la óptica antes de salir para su velación en la funeraria Betancur de Medellín.

• SALA 2 •
Memorias Familiares
- La historia contada a viva voz
- Tenemos un amigo que vive de contar cuentos.
- En nuestros amenos encuentros nos ha contado que los mundos en los que habitan sus personajes de cuentos son reales. Él simplemente los visita y ha adquirido tal experticia que logra recrear cada vez con más detalles sus historias de cuentos. Para habitar en estos mundos solo hay que aprender a mirar. Nosotros le creemos y así lo hemos comprobado.
- Los contadores de cuentos han existido desde que el mundo es mundo e incluso antes de la palabra. Se han contado historias a través de gestos, símbolos, sueños y lenguajes ya olvidados. Como la masa madre del pan de cada día se va guardando laboriosamente un pedacito que sigue nutriendo a los que vienen por los siglos de los siglos. Los humanos tenemos una instintiva necesidad de perpetuar las vivencias y tatuarlas con insistencia en la memoria ancestral que a diferencia de la genética se graba de formas desconocidas e irracionales. Es la herencia del viaje de las almas que va mostrando un mejor camino. El camino del corazón hecho con las huellas de todos.
- El contar una historia que va pasando de voz en voz la convierte en una historia viva y enriquecida, podría llegar a ser ficticia a oídos de los cientistas. Paradójicamente nosotros somos entonces los cuentistas.
- Las historias que se cuentan, en este capítulo de la familia, pertenecen a ese reino, un reino atemporal donde el pasado que aún existe se mueve más lento y calmo dando la posibilidad de visitarlo, sus habitantes con realeza están cada vez más seguros de su papel entrelazado con nuestro presente y en miras de un futuro fluido y armonioso todos los tiempos coexisten.
- Algunos no llevarán firma alguna. A través de nuestras voces nuestro linaje es el autor literal del cuento y de lo contado.
- La disculpa es el maravilloso registro fotográfico de nuestro Floro que abre sus puertas al mundo casi 100 años después, Floro Piedrahita como capitán con gran generosidad nos invita a este viaje que hemos llamado El Barco. Somos muchos los que lo hemos visitado. Suben y bajan terrestres y celestes, la mar en tierra de nadie es la indicada para compartir desde el corazón y con toda emoción convertirnos en esa gran familia que somos todos. Él ha sugerido el libro a coro contado con muchas voces, las grandes verdades se componen de pequeñas verdades y toda gran verdad debe tener aunque sea un pequeño porcentaje de mentira para ser real.
- Con la dispensa de ustedes éste entonces será el capítulo que tenga esa ínfima mentira que hará la gran verdad.
- Hecha la invitación bienvenidos todos.
- El viaje seguirá vivo mientras lo lean y más vivo aún mientras lo cuenten a viva voz.
Atte La familia
- Escuche la de la voz de los autores: Autores: La familia
Elizabeth Piedrahita Uribe, hija menor de Floro, Floro Piedrahita, Medellín, 1947. En la finca de Santa Elena que se llamaba El Plan. Varias de las fotos de la finca fueron tomadas cerca de este árbol sembrado por Floro y al que tenían mucha estima.
Fiesta de celebración de la primera comunión de Elizabeth Piedrahita Uribe en el hogar y orfanato San José, Floro Piedrahita, Medellín, abril 12 de 1955.
Gabriel Piedrahita Callejas, hermano de Floro, y otros familiares, corregimiento de Santa Elena, Medellín, c. 1922. Gabriel es el tercero de izquierda a derecha. Es la única foto de Gabriel Piedrahita en Medellin que se conserva.
Abuelo, padre y tíos de Pepa Uribe la esposa de Floro, Bolivar, c. 1925. esta foto fue el día del funeral de María Josefa Calad Uruburu la esposa de don Antonio Jesus Uribe Restrepo los abuelos de Pepa y padres de Ricardo Uribe Calad, el hijo mayor y padre de Pepa quien figura en la foto al lado de su padre. En la foto figuran también Agapito Uribe Calad, médico oftalmólogo; Basiliso Uribe Calad, abogado; Lázaro Uribe Calad, médico psiquiatra, José María Uribe Calad, ingeniero; entre otros hermanos y hermanas.
Alejandro Piedrahita Soto, padre de Floro, Fotografía Artística Gonzalo Gaviria, tarjeta de visita, Medellín, c. 1890.